martes, 16 de junio de 2009

De la Cibercultura a la Economía de Mercado: ¿Un mundo feliz?

Por Aurea Rodríguez NoucheInforme T y D 1: Comentarios a “Modelo para armar[i]


En “Modelo para Armar”, el Dr. Diego Levis (2004)comienza con la siguiente cita "(Petrella 1996): La Sociedad de la Información se ha convertido a lo largo de todos estos últimos años y desde Estados Unidos, en la tecnoutopía explicativa y legitimante del capitalismo mundial”. [ii]

Según el autor el concepto “ Sociedad de la Información” se ha ido construyendo con una impronta “mesiánica”, durante las últimas décadas del siglo pasado, característica asociada que ha quedado convalidada en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información del año 2003, según puede apreciarse en su declaración de principios: desde terminar con la extrema pobreza, pasando por la igualdad de oportunidades o la equidad de género y hasta el paludismo, todo puede ser alcanzado por el progreso de las Tecnologías de Información y Comunicació (TIC'S).


Una verdadera Tecnoutopía

Wiener, el creador de la cibernética predijo “La Sociedad de la Información” y la imaginó a partir de la libre y transparente circulación de la información, sus ideas influyeron en lo que para Levis (2004), fue la verdadera revolución informática, la que nació en los setenta, en ambientes contraculturales de la universidades de Stanford y Berkeley, cuyo espíritu podría sintetizarse en la frase: “La computadora para el pueblo”.

Al respecto, dice Castells (1997) ”[…] cabe relacionar de algún modo el florecimiento tecnológico que tuvo lugar a comienzos de la década de los setenta con la cultura de la libertad, la innovación tecnológica y el espíritu emprendedor que resultaron de la cultura de los campus estadounidenses de la década de 1960…en cuanto a los valores sociales de ruptura con las pautas de conducta establecidas, tanto en la sociedad en general como en el mundo empresarial.”
[iii]

Para Levis (2004) estas líneas de pensamiento se continúan en las propuestas de Computopía de Y. Masuda (1966) quien si bien considera dos destinos posibles y opuestos para el camino abierto por la computadora: la sociedad del conocimiento o computopía y la sociedad controlada y alienante, confía en que el camino elegido será el primero.

En los años setenta, la crisis económica mundial por un lado y el abaratamiento de los costos de producción de las computadoras y telecomunicaciones por el otro, sumados al gran aumento de velocidad y volumen en el procesamiento de la información, hicieron que algunos gobiernos de países desarrollados pusieran sus expectativas de desarrollo en la informática, comenzando a popularizarse el concepto de sociedad post industrial.

El interés suscitado por los posibles efectos de la convergencia entre tecnologías informáticas y de la comunicación, se materializa en varios informes expertos: En 1975, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) presenta a la tecnología de la información como el medio para salir de la crisis económica y política.
En 1978, el informe Nora y Minc, encargado por el presidente de Francia, Valery d’Easting, considera que los efectos del proceso de informatización son superiores a otras innovaciones porque abarcan todos los planos de la vida social y le auguran una influencia tan vasta como la que tuvo la electricidad.

Según Levis (2004), los argumentos y promesas precedentes se conservan aún, tres décadas después.

De la cibercultura a la economía de mercado…

Durante los ochenta se mantienen dos corrientes de pensamiento opuestas con respecto a las TIC’S, una de ellas optimista, enfatiza el aspecto libertario y de progreso (cibercultura), la otra, se focaliza en los aspectos de control y determinísticos.
A principios de los noventa, tanto Estados Unidos como las Comunidades Europeas le dan a las TIC´S el papel de motor para el desarrollo de un nuevo sistema de producción. El “nuevo orden mundial” toma principios de la cibercultura que le permiten presentar un futuro de progreso y libertad, tal sería el caso, por ejemplo y según Levis, del Plan del Vicepresidente Gore de 1993 que se proponía sentar las bases “para la construcción de una infraestructura avanzada de información”. Al mismo tiempo, la Comisión de las Comunidades Europeas publica el Libro Blanco sobre: Crecimiento, Competitividad, Empleo. Retos y Pistas para entrar en el siglo XXI, en el que las TIC'S aparecen como el corazón del desarrollo del siguiente siglo.
Ambos grupos de documentos tanto los generados por Estados Unidos como los de Europa, tienen en común una perspectiva en cuanto al papel central de la Sociedad de la Información al mismo tiempo que una falta de definición o caracterización de en qué consiste ese tipo de sociedad.

A finales de los noventa, ambas economías centrales comienzan a reparar en el uso creciente de las redes y en su potencial económico global.

Ciertos postulados de la cibercultura, como por ejemplo la capacidad de transformación social y cultural atribuida a las redes telemáticas, consigue atravesar el círculo restringido del mundo académico y científico y a principios de la década de 1990, tras el final de la guerra fría y en los inicios de una nueva crisis económica, son recuperados (y reformulados) por sectores políticos y económicos del llamado primer mundo necesitados de encontrar nuevos espacios en las (sic) que concentrar los esfuerzos colectivos. Las promesas de prosperidad y libertad que acompañaban al desarrollo de la anunciada Sociedad de la Información resultaban funcionales a tal fin.” [iv]

Así, el uso de las redes pierde su origen contracultural, libertario y popular para ser puesto al servicio de intereses económicos que adjudican un papel central a la actividad del sector privado: “La Sociedad de la Información empezaba a hacerse global, al menos en los discursos, propósitos e intereses de los gobiernos de los países centrales y de las empresas relacionadas con las TIC.”
[v]

Luego de comentar el documento del Grupo de los Ocho en la Cumbre de Okinawa (2002) - en el que tuvo peso un informe elaborado por grandes empresas relacionadas con la temática de las TIC -, Levis (2004) se pregunta: “¿La Sociedad de la Información es neo-liberal?”
[vi] . Al hacer referencia a la Celebración de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información convocada por la ONU y organizada por la UIT, se cuestiona el grado de confianza que podemos tener en quienes controlan la actividad económica mundial cuando se proponen beneficiar a la sociedad, considerando que en los hechos, a medida que crecen las TIC crecen también las desigualdades.

La relación entre la sociedad y la tecnología es lo suficientemente compleja como para dejar muchas preguntas abiertas. Castells (1997)
[vii] sostiene que la tecnología no determina a la sociedad y tampoco es posible establecer una relación causal inversa ya que muchos factores diversos confluyen para la aparición y desarrollo de un nuevo paradigma tecnológico, como lo muestra la historia misma de la llamada sociedad de la información (Castells 1997) [viii] . Aunque es necesario señalar que para este autor el papel del estado resulta crucial ya sea para “sofocar” a la tecnología o para emprender un proyecto de transformación: “[la misma cultura puede inducir trayectorias tecnológicas muy diferentes según el modelo de relación entre Estado y Sociedad”[ix]. Cuestión que ejemplifica con variados hechos históricos.
Castells considera que “La revolución de la tecnología de la información ha sido útil para llevar a cabo un proceso fundamental de reestructuración del sistema capitalista a partir de la década de los ochenta.”
[x]

Así pues, el informacionalismo está ligado a la expansión y el rejuvenecimiento del capitalismo, al igual que el industrialismo estuvo vinculado a su constitución como modo de producción” [xi]

Más allá de las complejidades propias de la relación entre el crecimiento tecnológico y la sociedad en sus diversos modos: económicos, políticos, sociales, resultaría ingenuo cree que las TIC’S, en sí mismas, poseen el valor de progreso, son la utopía capaz de solucionar todos los males de la humanidad, o en el otro extremo, la materialización del fantasma de un poder absoluto dispuesto a controlar hasta la intimidad misma de toda subjetividad humana.
Esto vale para la educación: es la propuesta educativa la que dará sentido, lugar y finalidad a la utilización de las tecnologías. Qué no nos pase al revés.

Bibliografía
CASTELLS, MANUEL: La era de la información (1997); Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura; Capítulo 1: La revolución de la tecnología de la información.
CASTELLS, MANUEL: La era de la información (1997); Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura, Prólogo: La red y yo.
LEVIS, DIEGO: Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (2004): Modelo para armar, en Signo y Pensamiento nº 44, Bogotá.
BEGOÑA GROS, De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que…. cambie la escuela , Jornadas Espiral, Barcelona, 2004.


Referencias
[i] LEVIS, DIEGO: Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (2004): Modelo para armar, en Signo y Pensamiento nº 44, Bogotá. Disponible en:
http://www.diegolevis.com.ar/secciones/Articulos/sociedad_informacion_vf.pdf
[ii] LEVIS, DIEGO, op. cit.
[iii] CASTELLS, MANUEL: La era de la información (1997); Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura, Prólogo: La red y yo.
[iv] LEVIS, DIEGO, op. cit.
[v] LEVIS, DIEGO, op. cit.
[vi] LEVIS, DIEGO, op. cit.
[vii] CASTELLS, MANUEL, op. cit., Prólogo.
[viii] Cfr. CASTELLS, MANUEL, op. cit., Cap. 1
[ix] CASTELLS, MANUEL, op. cit., Prólogo
[x] CASTELLS, MANUEL, op. cit., Prólogo.
[xi] CASTELLS, MANUEL, op. cit., Prólogo.

viernes, 5 de junio de 2009

Las Tribus Urbanas

¿Se acuerdan que en "Mi primer día de Blog" les comenté que estaba interesada en los efectos de la Sociedad de la Información sobre las actuales subjetividades ?

Me gustaría compartir con quienes estén interesados, estos artículos sobre Las Tribus Urbanas que aparecen en el Nº 128 online de la Revista Imago Agenda.

Espero sus comentarios !

http://http://www.imagoagenda.com/homeimago.asp